viernes, 8 de mayo de 2020


Tomado del libro 7 y más Anécdotas Masónicas de Alfonso Sierra Partida

El Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo, Don Alberto Barocio, no podía ver a Sierra Partida por su ateísmo declarado. Perdía los estribos con frecuencia, pese a su alta investidura, ante las conferencias, argumentos y réplicas del incrédulo hermano, Al grado que en plenos trabajos le espetó:

            -Mientras yo sea el Soberano Gran Comendador, usted no llegará al Grado 33°…
            -No tiene Importancia, Ilustre Hermano, estas batallas las gano biológicamente…
El Ing. Barocio no captó la agudeza de la contestación y Sierra Partida, le aclaró:

            Yo soy como el árabe que se sienta a la puerta de su tienda para ver pasar el cadáver de su adversario. Dentro de diez años, Hermano Barocio, usted y sus evangélicos seguidores que me odian, serán cadáveres putrefactos. Entonces tendré 40 años de edad y llegaré a ser grado Treinta y Tres, mi hermano” …

            Y fue profeta, desgraciadamente.

Barocio no entendía las lecciones polémicas. Llevado por su sectarismo –era pastor en la iglesia de Balderas, los domingos – sacaba furioso de la bolsa izquierda de su saco, el pequeño Nuevo Testamento que siempre cargaba y lo agitaba furioso ante los ojos de Sierra Partida, gritándole:

            -Aun cuando usted no quiera, ésta es la palabra de Dios…

            -Yo no creo en libros pornográficos…

¡Y se armaba el escandalo!

-Es usted un ignorante hermano Sierra Partida, la Biblia es el libro revelado por excelencia…

-Mi respetable Soberano Gran Comendador, es solo un libro de cuentos judíos

            -¡Ignorante, blasfemo y libertino!

-Simplemente un sencillo maestro de literatura desde hace 20 años en las Normales del país y en la Universidad. La Biblia es un libro de cuentos judíos, como el Zend Avesta es un libro de cuentos persas; como el Corán es un libro de cuentos árabes y como el Popul Vuh es un libro de cuentos mayas, mi respetable Hermano… La Biblia pertenece a la Historia de la Literatura Universal. No se estudia en “La historia de la historia”, valga el pleonasmo. Y en ninguna Universidad, un maestro al impartir el conocimiento a sus alumnos les afirma “Esto es cierto, porque lo dice la Biblia” … Salvo en una Universidad Teológica y “eso” es otra cosa.


La Noche

Son cerca de la 1 de la mañana y salgo al porsche de la casa de mi tío Gustavo “Tavo” Villavicencio y que hoy pertenece a su hijo Sergio, ...